miércoles, 12 de noviembre de 2014

MARATÓ MONTSENY; LOS DUEÑOS DE LAS MONTAÑAS


No creo que muchos equipos populares de Catalunya y multideportivos (en nuestro caso correr, triatlón y trail) puedan decir que en proporción al número de socios tengan un equipo de trail tan fuerte, el domingo pasado se puso de manifiesto en una de las pruebas más duras del calendario y Campeonato de España Skyrunner por equipos, Marató del Montseny ¡imaginad el nivel!

Eran las 7 y ya estábamos todos con los dorsales y bolsa del corredor en Sant Esteve de Palautordera, una hora para cambiar impresiones, tomar un café y últimos preparativos. Se respira un ambientazo, tambores de guerra. Día raso, la climatología adversa que se esperaba de momento no ha hecho acto de presencia.



A las 8 puntualmente se da la salida para los 1.079 corredores, un kilómetro de asfalto y empieza la pista, poco a poco se alarga el grupo, Albert Gaspà sale disparado y un poco más atrás David, Pedro, Tato y Pere ¡empieza la fiesta! Momento de intercambio de opiniones y generosas charlas que pronto se acabarían por la exigencia de las rampas. Gina y Edu cierran nuestro equipo a su ritmo, ya que en una carrera de estas características la única rueda buena es siempre la propia, cebarte y reventar es el peor error.

Hemos salido a 232 m sobre el nivel del mar y no pararemos de ascender hasta casi los 1700 m del Matagalls en el km 21,5. Primeros avituallamientos con paradas express, algo de líquido y para adelante, ya desde las primeras rampas la gente tira de manos a las piernas y a andar, hay que reservar piernas. Algún que otro embudo que aprovechamos para coger el aliento, muchas caras conocidas que siempre aprovechas para saludar. Los que tiran de palos nos pasan con facilidad y evitan cargar más las piernas.


Primera hora de carrera y más de 8 kilómetros recorridos, atrás se quedó el tramo de pista, Feixes del Vilar, bebida y para adelante, ya vamos Tato y yo solos y sin referencias sobre el resto. Tato, con cascos, va cantando “we are the champions” otros corredores le miran alucinando.

El otoño logra su máxima expresión en el Montseny, espectacular paisaje, no puede faltar esta carrera en cualquier amante del trail; interminables hayedos de hojas múltiples e imposibles colores, humedad, mucha vegetación y trail, mucho trail! Una vez más sabía recomendación de Edu.

             

Antes del km 14 nos espera Alberto cámara en mano ¡qué grande eres! Gritos de ánimo y chocamos las manos. No llega a la segunda hora de carrera cuando llegamos a Sant Bernat, k 16, 1h55 min. Membrillo y chocolate y a por el primer coloso, Matagalls, en 3,5 km nos espera un desnivel de más de 800 m positivos ¡una autentica pared!

Al principio de la subida ya veo a Tato como se va, cada uno tiene que hacer su carrera. Ya no nos volveremos a ver hasta Turo de l`Home cuando nos cruzaremos.

Bebo del Camelback y tiro de cuádriceps poco a poco, de vez en cuando dejo pasar algún corredor para no hacer embudo. Me noto cansado y decido administrar fuerzas correctamente porque voy muy corto de entrenamiento y las alegrías se pagan, más vale parar un poco que luego perder una minutada.

Desde el principio veo que el kilometraje no está bien medido y me marca un poco más de un kilómetro de mas, así que y como no puede ser de otra manera en trail me guio por el altímetro de mi garmin, superar estos kilómetros me suponen 15, 19 y 20 minutos, dureza total. Es como subir por medio de una montaña entre matorrales y piedras ¡menuda limpieza de matorrales han tenido que hacer! Modo supervivencia en on, pienso si he subido el Kilimanjaro soy capaz de subir todo, tiro de mi fuerza interior pensando en los míos.


Antes de coronar vuelvo a ver a Tato y nos damos un grito. No hay mucha diferencia en metros pero si en tiempo, porque salvar esa distancia es muy lento.  Sigo con mis manguitos puestos para salvaguardarme un poco de la sensación térmica baja por la humedad, el día continua siendo excelente meteorológicamente hablando. Cresteamos un poco y antes de llegar a la cruz de Matagalls empezamos a bajar.

Imaginaba dura esta subida pero ha sido peor de lo esperado, no sé si me ha pillado frio o qué pero me ha dejado clavado, sin ritmo, queda más de la mitad de la carrera y ahora toca activar y o soltar las piernas y volver a correr camino de Sant Marçal. Las vistas son espectaculares alcanzando a ver el mar Mediterráneo ¡qué gozada!

Voy pensando en que la segunda subida es peor que la primera pero sobre todo por el cansancio acumulado y me pregunto ¿aún puede ser peor? Bajamos en ciego, las hojas del otoño cubren el suelo y no apreciamos que hay debajo si un hueco, una piedra…. Bajo alegre pero en algún cambio de rasante importante noto principios de rampa, decido no arriesgar y ralentizar un poco el paso bajando para no arriesgar.

Esperaba a mi familia en el avituallamiento pero allí no están, 24 kms de carrera, me pasa Mireia del CEM, unas 3 horas y poco de carrera llevamos, esto es puro rock and roll !!!! Parada express para coger plátano, chocolate, membrillo y algo de bebida combinando agua, cocacola e isotónica. Miro y arriba veo las antenas del Turo ¡vamos!

                

Arranco y mis sospechas se vuelven realidad, rampas en los cuadriceps, es mejor no parar, hago de tripas corazón, bebo agua y me crezco, en seguida pasamos el desnivel acumulado positivo de 2.000 m, decido comer alguna chuche equivalente a un gel y beber mucha agua. Se acaba la pista y toca afrontar 600 m de desnivel en 2,5 km, miro arriba y parecemos zombis, empiezo a conversar con varios compañeros de fatiga y animarlos, muchos van peor que yo, alguno está en la cuneta descansando o estirando con rampas, les voy dando datos positivos de lo poco que nos queda de subir y el desnivel total acumulado. Utilizo el símil de los talibanes lo rápido que se mueven por sus montañas respecto a los marines americanos. Suena el teléfono es Mayte, van camino del Turo, le aviso que en menos de 30 min estamos allí y que Tato va por delante unos 10 min. Doy un par de gritos fuertes que retumban en toda la montaña ¡hay que despertar al personal!

Inesperadamente la subida la hago sin ningún problema, es más fácil en cuanto a desniveles, más progresiva y menos técnica, vamos serpenteando la falda de la montaña sorteando alguna tartera hasta llegar a la cima de les Agudes, 15 y 21 minutos estos dos kilómetros. Empezamos a escuchar el ambiente, no está lejos les Agudes. Las piernas me han aguantado perfectamente y cuando llego arriba y toca crestear durante dos kilómetros no sólo puedo correr sino que además voy adelantando gente, ya se oyen lo tambores del Turo, vamossss!!!!

                     
Intento no perder la concentración para no caerme porque es bastante técnico el cresteo. Veo un niño corriendo con un anorak de colores, es mi hijo, acelero el paso y subo corriendo la cuesta antes de encontrarme con mi familia, la de Tato y Alberto. Un beso a mi mujer y subidón de adrenalina, paso entre los tambores de batucada aplaudiéndoles y gritando de alegría “vamoossss”. Ambientazo a 1700 metros, muchas familias ¡pelos de punta! Solo queda subir la “chincheta” de las antenas (1709 m - Turo de l`home) y todo bajada, me cruzo con Tato y gran grito de los dos, he cogido frutos secos y algo de chocolate en el avituallamiento y me lo voy tomando, corono, control de paso y al bajar de nuevo mis dos hijos me esperan en la falda de la montaña, bajamos los tres juntos, besos antes de tirarme a tumba abierta hacia la meta, más de 4 horas de carrera y 31 k (la organización marca 30). Aprovecho para dejar las gafas.

                

El temido viento en la cumbre no ha hecho acto de presencia y las temperaturas son benévolas, ideales para correr, el sol se ha ido y se ha cubierto todo de nubes. Todo esto ha favorecido el ambientazo en la cumbre y cima coppi de la carrera.

Me han hablado tantas veces de la bajada y sus primeros kilómetros técnicos que los temo, de momento las piernas van alegres y decido apretar a tope, no paro de adelantar corredores, algunos van muy cargados de piernas por los kilómetros y desnivel ya, disfruto mucho bajando y viendo que en vez de ir a menos el cuerpo ha ido a más, me acuerdo del comentario de Carles de ese piñón mas que me sale en el km 32. Sigo con la mente puesta que delante además de Tato esta Gaspà cuando realmente no es así y viene detrás desde hace kilómetros. Miro varias veces el reloj, el sub 6 estará carísimo, tendría que correr mucho.

Las nuevas zapatillas, Sportiva, están funcionando exactamente como lo esperaba, fuertes y duras. No es una zapatilla rápida pero si segura, muy tanque, agarra muy bien y uno de mis miedos antes de la carrera una rozadura en el puente del pie derecho y ni rastro del mismo. Llevo menos de 100 km con estas zapatillas y la sensación es que son un seguro para tus pies en carreras largas. Adios Trabucco!

Antes de llegar al avituallamiento de Feixes del Vilar en el 34, mi 35 y pico, ya me doy cuenta que las piernas vuelven a enramparse y por tanto se acabaron las alegrías, decido beber, dolor muscular general, incluido los bíceps. En el avituallamiento me encuentro a Pere, ha abandonado en Sant Marçal, me informa que Tato y yo somos los primeros del equipo que Gaspá viene detrás y David un poco más descolgado. Quedan 8 km a meta. Sub 6 imposible.

                

Pere no ha elegido buen día para debutar en trail, se trata de la maratón de montaña más dura de Cataluña por su desnivel y por tanto su dureza, y además sin entreno específico, es mejor retirarse a tiempo que hipotecar la temporada. Espero que pronto repita, es un valor en alza del Club, nuestro relevo. Una realidad.
No pierdo ni 3 minutos y ya estoy en marcha de nuevo, ya estamos desde hace un par de kilómetros por el mismo camino que antes subimos pero ahora de bajada. Sigo alucinando con el marcaje de esta carrera con la cinta blanca cada 25 o 50 metros como mucho, pocos voluntarios en el recorrido, los mínimos para cruces de carretera y todo encintado, avituallamientos voluminosos y en los que no falta de nada, buena actitud del voluntario. La diferencia entre una carrera buena y una excelente siempre son los voluntarios, el auténtico alma de la carrera.

Se van haciendo cada vez más pesados y eternos los kilómetros, cada repecho por largo o corto que sea parece un muro y me empiezan a pasar algún que otro corredor, estoy sufriendo, los cambios de desnivel suponen avisos continuos a mi maltrecha musculatura y amagos de rampas que intento evitar, voy mejor corriendo que andando y me esfuerzo para no parar, bebo agua y como algo en el último avituallamiento a falta de 4 kms, Mosqueroles. Ya se divisa Sant Esteve de Palautordera.

En estos últimos kilómetros no se utiliza el mismo camino de salida para evitar tanta pista y seguimos por senderos, cruzamos hasta en tres ocasiones el rio y en dos de ellas nos mojamos los pies íntegramente ¡esto es trail! ¡ole!

Ya entramos en la población última rampa asfaltada y entramos en una urbanización, voy en un grupo con varios corredores pero esta vez prefiero no sacar el hacha de guerra y respetar las posiciones aunque piernas si tenía para haber esprintado algo, no era bonito, esto no es asfalto.

Cruzamos un parque y una pasarela de madera y ya se divisa la llegada, lo primero que veo es a Mayte, Tato, los niños y Maribel, me voy a dar el gustazo de entrar tranqui y con ellos (Romeo y David). Música, ambientazo y final 6h24 minutos, contento no, lo siguiente…. Habiendo preparado en 10 días la prueba, tras el verano y el parón de la Mitja del Castell más no puedo pedir.

              

Tiempo de reponer fuerzas, abrazos, risas, esperar al resto, duchazo y demás…. antes de quedarnos más fríos. Edu y Gaspà entran juntos en 6:45, David en 6:58 y Gina en 7:28 ¡bravo equipo! Caras de sufrimiento a la par que mucha alegría. Pere se une en el área del corredor al equipo para comentar la jornada, todos hemos disfrutado y sufrido de un gran día de trail.

¿Qué decir del carrerón de Tato? Muy orgulloso que mi “alumno” haya cogido el relevo, por su edad y características ya dije que era un diamante en bruto para el trail y superará todas mis marcas si se pone. Felicidades hermano, eres muy grande, tienes fuego en las piernas!!!!! Papiol Power a tope!!!!

              

Perfecta Organización, recorrido prácticamente inmejorable, señalización excelente, buena bolsa del corredor, avituallamientos abundantes y bien surtidos (prácticamente se puede hacer la prueba sin mochila o cinturón con agua), buen ambiente, agua fría en las duchas y la distancia kilométrica no coincide para nada, al final salieron más de 44,5 kms y no los 42,195 de una maratón pero esto es trail y quizá eso es lo de menos. Había tanto nivel competitivo en la prueba que Tòfol Castanyer (en la ultima foto con Tato) no fue capaz de ganar y fue tercero, por equipos gano el Campeonato de España el equipo del Sestao Alpino. Roberto Heras fue 6º de la general también. La victoria se la llevó Alfredo Gil con 4h exactas y en feminas, Laia Andreu con 4h51 min ¡qué ritmos!

El Maratón del Montseny es una carrera que tiene que estar en el curriculum sin duda y 100% recomendable, por eso los dorsales vuelan en un día, viene gente de toda España y tiene patrocinadores tan importantes como Buff y Salomon. Los vascos tienen su Zegama y nosotros Matagalls.


Hace poco y con ocasión de pedir los oportunos permisos para la Mitja del Castell nos dijeron “la gente se cree que las montañas no tienen dueños”, el domingo se demostró que efectivamente y en contra de la opinión de esta persona los únicos dueños de las montañas, igual que los mares, las selvas y los desiertos son los pájaros, la naturaleza, los peces, los animales y en nuestro caso los corredores aunque siempre estaremos a su merced y al devenir meteorológico, significaremos muy poca cosa al lado de su grandeza y majestuosidad. Las montañas si tienen dueños, la vida.


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