lunes, 17 de marzo de 2014

CUANDO DECIDO DEJAR DE CORRER (MARATON BARCELONA 2014) by Luis Miffa.

 
Decido dejar de correr 
Desde el 2010, cuando acabé Tokyo con muy malas sensaciones por una lesión que tuve en Nassos del mismo año, había abandonado la práctica activa de la carrera a pie. Las obligaciones familiares y laborales también hacen que ya no pueda centrarme en ello y decido darme un respiro.
 
Cuando a principios de 2013 empiezo a entrenar de nuevo, el médico me diagnostica una fascítis plantar, que en realidad se ha calcificado y no puedo casí ni apoyar el talón en el suelo por las mañanas.
 
Parecía que tampoco iba a ser el año del maratón y además he perdido la ilusión de ir a muchas pruebas, masificadas y que suponen un desembolso que considero injustificado.

El retorno - Camino a la Maratón 2014
 
En febrero cambio de Europolis Sardenya a  Les Corts y hasta septiembre de 2013 me centro en hacer spinning y bicicleta para recuperar la resistencia, rebajar peso y tener una disciplina de trabajo “físico” y encontrar la motivación. 
 
Aprendo – o lo intento – a correr apoyando la parte media del pie y sus puntas usando zapatillas con poco tacón y, en algún caso casi inexistente,  las primeras salidas cortas en la carretera de las aguas son un suplicio, molestias, dolores, hay días que estoy después de correr tres días cojeando.
 
Parón veraniego, pero me llevo la bici y hago casi 700 km en un mes. Vuelvo a intentar correr consiguiendo hacer 5 kilómetros a 4:45.  Estamos en Septiembre.
 
 
El entrenamiento
 
En Europolis Les Corts entreno junto con Marc Antonio (compañero de Correcatagafo) y Oscar Serrano (dos veces Ironman y un experto en motivarte para entrenar). Aunque hasta diciembre no entrenamos juntos la carrera hacemos preparación en la sala, clases de cross-fit y sobre todo mucho spinning.  
 
Desde Octubre hasta ayer, han sido 110 entrenos al aire libre que suman unas 85 horas y unos 1100 kilómetros, muchos menos que los que hice para BCN 2009, siguiendo un tipo de entreno en la recta final que no había hecho (series) y que he podido realizar por la motivación que da hacerlo en compañía (Gracias Mar, Oscar ,Carlos y a vuestro entrenador Juan Carles).
 
También han caído 3.900 km de bici, más de 160 horas con tiradas de hasta 180 km que han hecho que mis músculos digan antes basta antes que mi cabeza y mi corazón. En días como el de la maratón las 5, 6 o 7 horas encima de la bici han aportado un plus de resistencia que hace falta en días así.
 
Para no aburrir con detalles personales, solo he competido en Mataró con un resultado aceptable y he evitado hacerlo, lo cual es una decisión personal arriesgada porque no te permite saber tu ritmo “real” de competición.
 
 
La maratón
 
Cuando hable con Pedro sobre mi objetivo le dije que me estaba intentando preparar para estar entre 3:05 y 3:10. Y se lo dije en serio, porque creía que podría ser asequible. Lamentablemente una bronquitis y un problema de lumbares me hicieron plantearme intentar ser más conservador porque no veía ese tiempo en mis piernas.
 
No quiero hablar de la organización de la maratón, más allá de la logística de carrera porque es una cosa que da para otras secciones u otras entradas y tampoco quiero hacer una crónica típica, porque mi carrera se resume así:
 
 
La salida 
 
Me encontré con la gente que aprecio y con la he compartido entrenos y competiciones, también con mis nuevos compañeros de entreno actuales.
 
No note la presión de las otras maratones, ni ningún tipo de nervios.
 
Salimos agrupados en función de nuestros objetivos iniciales David, Pere, Jordi, Francesc y yo, y entre bromas y comentarios “sobre todo lo mal que sabe mentir David sobre el ritmo” llegamos al kilometro 30 habiendo pasado el 10 en menos de 45 y la media en menos de 1:34:00.
 
 
La cosa marcha.
 
Evidentemente lo peor llega en ese momento y mis molestias ya son alarmas y calambres, pero esta vez estaba decidido a arriesgar y sufrir desde el principio , y me planteo seguir al mismo ritmo.
 
Me duelen mucho los pies y la tacañería de la organización con la isotónica hace que incluso tenga que coger una botella del suelo, realmente con ese calor el agua y los geles no bastan y en algún avituallamiento ya nos lo dicen, mientas nos dan un vaso de papel con un dedo de líquido (bonito detalle).
 
 
 
El sufrimiento
 
En el kilometro 33 a 35 se oye el silencio más absoluto y se ven caras desencajadas, parece ser que nos escondamos de alguien,  es algo que se contagia y debo concentrarme para no bajar el ritmo – Gracias Xavi, por tu Garmin que me ayuda a ello – 
 
Se que la maratón es esquiva y miserable a veces y por eso requiere pasar ante ella agazapado, respetándola, pero sin temerla, la maratón huele el miedo y asusta a aquellos que se muestran dubitativos. Nunca hay que dar la cara ante la maratón, hay que sortearla, protegerse de sus tentaciones. En los kilómetros finales un exceso de euforia puede alertar de tu falta de respeto y puedes pagarlo caro. Ni los atletas profesionales se libran de su maldad.
 
Al pasar el Arc de Triomf nuevo subidón, la gente se ha volcado y realmente la animación durante toda la carrera es sensacional. Bajando hacia Portal del Angel ya solo pienso en un avituallamiento más y en tres kilómetros de sufrimiento que intentaré hacerlos lo más rápido posible, quiero ver a Miffa y a mi hijo y hacer la última parte juntos. Aprieto el ritmo enrabietado por esa idea y casi contacto con Pere, pero las piernas ya no están para nada y decido calmarme, porque un calambre puede acabar mal, el 3:05 largo fue posible unos instantes pero he venido aquí a cumplir el sueño de correr con mi hijo la que quizás sea mi última maratón de BCN.
 
 
 
La llegada.
 
Al subir por Paral·l hay gente que se para, las piernas queman, la subida final – ligera – llega con mucho cansancio y yo he dado casi todo lo que tengo. El que se esfuerza no está obligado a más, pero yo sí, quedan 300 metros para que desde la distancia vea a mi hijo con Miffa y hago la curva por el exterior.
 
Antes he pensado si era buena idea, si la seguridad le dejará, si tropezamos, si sale mal y se lleva una decepción.
 
Pero sale bien, tengo que pensar en moderar el ritmo, más porque ya soy un robot, que por el ansía de la meta. Mi hijo aguanta los aproximadamente 200 metros sin problemas y hasta antes de la alfombra paramos para poder decirle que lo hemos hecho.
 
 
El Club: CorreCATagafo
 
Hay clubs con más gente, clubs con mejores corredores en lo que a resultados se refiere, con más medios, equipaciones más bonitas o menos, pero los 13 que participamos ayer en la maratón disfrutamos en grande ayudándonos, animándonos, jaleándonos, compartiendo momentos de carrera y eso es muy grande.
 
Tanto o más aquellos compañeros del club que por motivos diferentes vinieron a ayudar, a animar, a correr con nosotros esta maratón del infierno en la que mucha gente se retiró. Gracias Enric y Pedro, y aquellos que no vi al principio, durante o al final.
 
Y por supuesto a sus familias y amigos que hicieron lo mismo.
 
Una gran parte de nuestro pequeño triunfo personal – acabar la maratón – es vuestro.



 

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